The shift has been most noticeable from key power Germany, one of Israel's staunchest allies in the world, its loyalty rooted in the trauma of the Holocaust.
After an Israeli strike killed dozens, including many children, in a Gaza school-turned-shelter Monday, German Chancellor Friedrich Merz declared he "no longer understands" Israel's objectives in the war-ravaged Palestinian enclave.
"The way in which the civilian population has been affected... can no longer be justified by a fight against Hamas terrorism," he said.
Berlin's stern new tone found an echo Tuesday in Brussels, where the German head of the European Commission, Ursula von der Leyen, denounced as "abhorrent" and "disproportionate" the past days' attacks on civilian infrastructure in Gaza.
An EU diplomat called such language both "strong and unheard of" coming from the commission chief, among the first to rally to Israel's side in the wake of the October 7, 2023 Hamas attacks that triggered the Gaza war.
The explanation? "Merz has moved the dial" in Brussels, said one EU official.
"There's been a very notable shift over recent weeks," agreed Julien Barnes-Dacey, head of the Middle East programme at the European Council on Foreign Relations (ECFR), in a podcast by the think-tank -- arguing it reflects a "sea change of European public opinion".
Translating talk into action is another matter, however.
Longstanding divisions
Germany, the main supplier of weapons to Israel after the United States, this week rebuffed calls to cut off arms sales to Prime Minister Benjamin Netanyahu's government.
On Tuesday however, in a barely veiled threat, its foreign minister warned Israel against crossing a line.
"We defend the rule of law everywhere and also international humanitarian law," said Johann Wadephul. "Where we see that it is being violated, we will of course intervene and certainly not supply weapons that would enable further violations."
The European Union has long struggled to have an impact on the Mideast conflict due to long-standing divisions between countries that back Israel and those seen as more pro-Palestinian.
Last week, in a milestone of sorts, the bloc launched a review to determine whether Israel is complying with human-rights principles laid out in its association agreement with the EU -- a move backed by 17 of 27 member states.
EU top diplomat Kaja Kallas said Wednesday she hopes to present options on the next steps to foreign ministers at a June 23 meeting in Brussels.
Israel's biggest commercial partner
Suspending the EU-Israel accord outright would require unanimity among member states -- seen by diplomats as virtually unthinkable.
Berlin was among the EU capitals that opposed even reviewing the deal, as did fellow economic heavyweight Italy.
But Barnes-Dacey sees "the possibility of a qualified majority of states imposing some restrictions" under the trade component of the agreement.
The EU is Israel's biggest commercial partner, with 42.6 billion euros ($48.2 billion) traded in goods in 2024. Trade in services reached 25.6 billion euros in 2023.
An EU diplomat says it is not yet clear whether there is sufficient support for the move, which needs backing from 15 member states, representing 65 percent of the bloc's population.
For Kristina Kausch, a Middle East expert at the German Marshall Fund think tank, it is too soon to speak of a European policy shift.
"Even the review of the association agreement is only a review," she said. "What counts is the action."
Momentum to ramp up pressure is growing by the day, however, spearheaded by the most vocal critics of Israel's assault such as Spain, Belgium and Ireland.
"My personal view is that it very much looks like genocide," said Belgium's foreign minister, Maxime Prevot. "I don't know what further horrors need to take place before we dare use the word."
Accusations that Israel is committing "genocide" in Gaza have been levelled by rights groups, UN officials and a growing number of countries.
Israel rejects the charge, and in Europe even the governments most sympathetic to the Palestinians are treading carefully.
One tangible next step could be the broader recognition of Palestinian statehood -- with France seeking to move forward on the matter ahead of a UN conference in June.
"Will that have an immediate impact? Probably not," said Barnes-Dacey.
"But I do think it will have an impact if Israel knows that it no longer has the free path that it's had for so long."
By Olivier Baube
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El cambio ha sido más notable en Alemania, una de las potencias clave y uno de los aliados más firmes de Israel en el mundo, cuya lealtad tiene sus raíces en el trauma del Holocausto.
Después de que un ataque israelí matara el lunes a docenas de personas, entre ellas muchos niños, en una escuela convertida en refugio de Gaza, el canciller alemán Friedrich Merz declaró que "ya no entiende" los objetivos de Israel en el enclave palestino devastado por la guerra.
"La forma en que se ha visto afectada la población civil... ya no puede justificarse por una lucha contra el terrorismo de Hamás", afirmó.
El nuevo tono severo de Berlín encontró eco el martes en Bruselas, donde la jefa alemana de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denunció como "aborrecibles" y "desproporcionados" los ataques de los últimos días contra infraestructuras civiles en Gaza.
Un diplomático de la UE calificó ese lenguaje de "fuerte e inaudito" viniendo de la jefa de la Comisión, una de las primeras en ponerse del lado de Israel tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 que desencadenaron la guerra de Gaza.
¿La explicación? "Merz ha movido el dial" en Bruselas, dijo un funcionario de la UE.
"Ha habido un cambio muy notable en las últimas semanas", coincidió Julien Barnes-Dacey, jefe del programa de Oriente Medio en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), en un podcast del think-tank, argumentando que refleja un "cambio radical de la opinión pública europea".
Sin embargo, pasar de las palabras a los hechos es harina de otro costal.
Viejas divisiones
Alemania, el principal proveedor de armas a Israel después de Estados Unidos, rechazó esta semana las peticiones de cortar la venta de armas al gobierno del Primer Ministro Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, el martes, en una amenaza apenas velada, su ministro de Asuntos Exteriores advirtió a Israel de que no cruzara la línea.
"Defendemos el Estado de derecho en todas partes y también el derecho internacional humanitario", declaró Johann Wadephul. "Cuando veamos que se está violando, por supuesto que intervendremos y, desde luego, no suministraremos armas que permitan nuevas violaciones".
La Unión Europea lleva mucho tiempo luchando por influir en el conflicto de Oriente Medio debido a las antiguas divisiones entre los países que apoyan a Israel y los que se consideran más propalestinos.
La semana pasada, en una especie de hito, el bloque inició una revisión para determinar si Israel cumple los principios de derechos humanos establecidos en su acuerdo de asociación con la UE, una medida respaldada por 17 de los 27 Estados miembros.
La jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, dijo el miércoles que espera presentar opciones sobre los próximos pasos a los ministros de Asuntos Exteriores en una reunión el 23 de junio en Bruselas.
El mayor socio comercial de Israel
La suspensión total del acuerdo UE-Israel exigiría la unanimidad de los Estados miembros, algo que los diplomáticos consideran prácticamente impensable.
Berlín fue una de las capitales de la UE que se opuso incluso a revisar el acuerdo, al igual que Italia, otro peso pesado económico.
Pero Barnes-Dacey ve "la posibilidad de que una mayoría cualificada de Estados imponga algunas restricciones" en el componente comercial del acuerdo.
La UE es el mayor socio comercial de Israel, con un comercio de bienes de 42.600 millones de euros (48.200 millones de dólares) en 2024. El comercio de servicios alcanzó los 25.600 millones de euros en 2023.
Un diplomático de la UE dice que aún no está claro si hay suficiente apoyo para la medida, que necesita el respaldo de 15 Estados miembros, que representan el 65% de la población del bloque.
Para Kristina Kausch, experta en Oriente Medio del centro de estudios German Marshall Fund, es demasiado pronto para hablar de un cambio en la política europea.
"Incluso la revisión del acuerdo de asociación es sólo una revisión", dijo. "Lo que cuenta es la acción".
Sin embargo, el impulso para aumentar la presión crece día a día, encabezado por los críticos más acérrimos del asalto israelí, como España, Bélgica e Irlanda.
"Mi opinión personal es que se parece mucho a un genocidio", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Maxime Prevot. "No sé qué más horrores tienen que ocurrir para que nos atrevamos a utilizar la palabra".
Las acusaciones de que Israel está cometiendo un "genocidio" en Gaza han sido lanzadas por grupos de derechos humanos, funcionarios de la ONU y un número creciente de países.
Israel rechaza la acusación, y en Europa incluso los gobiernos que más simpatizan con los palestinos se andan con cuidado.
Un próximo paso tangible podría ser el reconocimiento más amplio de la condición de Estado de Palestina, y Francia está intentando avanzar en esta cuestión antes de la conferencia de la ONU que se celebrará en junio.
"¿Tendrá un impacto inmediato? Probablemente no", dijo Barnes-Dacey.
"Pero sí creo que tendrá un impacto si Israel sabe que ya no tiene el camino libre que ha tenido durante tanto tiempo".
Por Olivier Baube